Durante algunas décadas, la retirada de los promotores de crecimiento antimicrobianos (AGPs) ha sido la agenda en la producción animal. El tema ha ganado mayor fuerza en los últimos dos años, en medio de la pandemia del COVID-19. En este escenario, la preocupación por la salud se vuelve aún más indispensable en la vida de las personas.
El uso continuo de AGPs en el metabolismo animal minimiza la aparición de infecciones, especialmente las “invisibles”, que llamamos subclínicas, además de los desafíos entéricos, especialmente los relacionados con la salud intestinal de los animales. Vale la pena mencionar que los impactos de estos desafíos pueden estar potencialmente vinculados al sistema de manejo que se está creando del animal y no solo al uso o no de AGPs.
La preocupación por el aumento de la resistencia al uso continuado de antimicrobianos ha sido una agenda continua entre los productores, y la búsqueda de alternativas naturales ha ganado cada vez más protagonismo en el sector.
De esta forma, un adecuado sistema de manejo, ligado al uso de aditivos naturales, se convierte en una solución viable dentro de sistemas que valoran la bioseguridad, permitiendo la remoción de antimicrobianos, preservando la salud animal y garantizando índices de productividad.
Las nuevas alternativas naturales que aparecen en el mercado son amplias y pueden ayudar en este proceso de transición, ya que han demostrado ser una excelente herramienta, incluso más eficiente que los AGPs.
De manera sustentable y aliada a la tecnología natural, Seta actúa en nutrición animal de precisión, buscando producir soluciones inteligentes y avanzadas, siempre atenta a la bioseguridad.
