Hoy se celebra el Día Mundial del Agua, establecido en Río de Janeiro en 1992 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Eco-92), como forma de concienciar sobre el cuidado de este recurso esencial para la vida.
A pesar de ocupar la mayor parte de la superficie del planeta, se calcula que el 97,5% del agua existente es salada, no apta para el consumo humano directo, ni siquiera para su uso en la agricultura. El 2,5% restante es agua dulce, pero se encuentra en lugares de difícil acceso, como glaciares y acuíferos. Por lo tanto, hay una proporción muy pequeña de agua potable disponible superficialmente.
Una de las mayores amenazas para este recurso es la contaminación provocada por las actividades humanas. Según datos de la Agencia Nacional de Agua y Saneamiento Básico (ANA), en Brasil sólo se trata el 50,8% de las aguas residuales generadas, y aproximadamente el 40,1% del agua potable disponible se pierde en la distribución o no se contabiliza. Otra información que llama la atención es que Brasil todavía tiene 1.545 vertederos activos, lugares sin ningún tipo de control que son fuentes permanentes de contaminación. Además, existe una profunda relación entre el saneamiento básico y la salud de la población.
Varias acciones son conocidas y deben ser aplicadas para revertir este cuadro y mejorar el panorama, después de todo un recurso tan precioso no puede ser descuidado.
En 2023 el tema de la agenda del Día Mundial del Agua es "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo", reforzando que todos somos responsables del buen uso de este bien natural.
Fuente de la información: Agencia Nacional de Agua y Saneamiento Básico (ANA)
