Continuando con nuestra serie, hoy hablaremos del convertidor de óxido.
El óxido es el resultado de la oxidación del hierro, que al entrar en contacto con el oxígeno presente en el agua y en el aire, se oxida, y de esta reacción aparece la herrumbre, que deteriora poco a poco el material original. Es un gran villano y puede causar grandes pérdidas económicas y, en algunas condiciones extremas, incluso accidentes humanos y ambientales.
Para evitar que las máquinas, herramientas y otros objetos que contienen hierro se descompongan debido a la oxidación, es muy importante que se realice un mantenimiento adecuado. El convertidor de óxido es un gran aliado en este desafío, siendo ideal para eliminar el óxido y preparar las superficies para la pintura.
¿Y cómo ayudan los taninos en este reto?
Los taninos, por sus propiedades antioxidantes, son muy utilizados en la composición de los convertidores de óxido por su acción sobre el óxido de hierro, principal componente del óxido, formando una película que impide la corrosión, además de facilitar la aplicación de pinturas y barnices.
